Libro - "De Ahora en Adelante" por Funky

"De Ahora en Adelante" es la historia inspiradora de Luis "Funky" Marrero quien es hoy uno de los principales exponentes de la música urbana cristiana. En estas páginas encontrarás los detalles hasta ahora no revelados de un exitoso músico que aprendió a través de fracasos y los golpes de la vida a ser un hombre que influencia a las masas. Un testimonio como este no te puede dejar indiferente. Este libro te retará y desafiará a entender y transitar con pasión y perseverancia por los caminos que Dios usa para llevarnos al cumplimiento de nuestros sueños.
Lee aqui una muestra; descarga el libro en formato pdf y ebub por medio de iBooks o Amazon usando los siguientes enlaces para leerlo completo en tu computadora, Kindle, telefono celular y otros dispositivos electrónicos.


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Prólogo (Escrito por Marcos Witt)

Capítulos

01. tranquilo, Funky estaba preparándose
02. nació un niño, elegido para ser un mensajero
03. una esposa que me ama
04. una adolescencia apresurada
05. he peleado mil batallas
06. cambio de rumbo
07. todo sale a la luz
08. lo que veo se escucha muy fuerte
09. recuperar lo perdido
10. el verdadero camino
11. el poder del perdón
12. ¡tengo tanto que aprender!
13. justo a tiempo
14. inicios de mi carrera
15. premios y más canciones
16. amigos usados por Dios
17. la ropa y el status social
18. antes de nacer
19. mi vida, mi historia

Anexos
►Ella quiere que la miren
►¿por qué el reggaetón?
►la decisión de tatuarte

Intro

«Puedo tener mis amigos en Facebook.
Puedo tener MySpace y vídeos en YouTube.
Puedo tener amigos que me sigan por el Twitter
Pero si me están siguiendo tengo que ser un buen líder.

Tú puedes tener tus amigos en Facebook
Puedes tener MySpace y vídeos en YouTube.

Pero mantente alerta socio (amigo) y no te olvides
Que hay que conectarse con Él
No te descuides

//Esto no funciona socio si no me conecto//»

«Si no me conecto»

[álbum: reset]


Estar conectados es una de las necesidades más importantes y es vital para socializar con otras personas, incluso de otras latitudes del mundo. Hace algún tiempo conectado a las redes sociales se me ocurrió: «Esta noche voy a saludar a todos mis amigos de los diferentes países y tomar tiempo especialmente para conversar con ellos». La respuesta fue tal que las horas comenzaron a pasar y como el entusiasmo permanecía finalmente terminé desvelándome. Fue una sobredosis de redes sociales.
Esa misma madrugada mientras mi esposa dormía, en mi desvelo volví a entonar por lo bajo: «A mí me gusta conectarme con la gente pero es más importante conectarme con la fuente». Puse esta frase en el Facebook y alguien me respondió con verso que continuaba:
«Puedo tener mis amigos en Facebook. Puedo tener MySpace y vídeos en YouTube. Puedo tener amigos que me sigan por el Twitter. Pero si me están siguiendo tengo que ser un buen líder».
Así muchos continuaron cantando vía Facebook esta canción sin música. Esto suele pasarme muchas veces cuando me despierto por la mañana tarareando algunas palabras y pongo un par de líneas en la red, rápidamente mis amigos alrededor del mundo siguen cantando la siguiente línea y así, cantamos juntos toda la canción.
Aunque soy un gran fan de las redes sociales y asumo la importancia de estar conectados, también tengo la necesidad de explicarte a ti, mi amigo, mi gente, que tiene que haber un límite a este maravilloso recurso tecnológico social, de lo contrario, lo maravilloso de la conexión se vuelve una trampa.
Aquella noche de entusiasmo donde permanecí conectado por tantas horas y conversando con mis amigos, perdí mi tiempo de descanso, tan importante para el día siguiente estar fresco para lo que debía hacer. Hay un equilibrio que debemos encontrar. Es necesario que nuestros amigos de Facebook y aquellos que nos siguen en el Twitter vean el balance justo en nuestra vida para poder ser buenos líderes de quienes nos están siguiendo. Es necesario que alcancemos un balance entre la comunicación virtual y la comunicación real. En general, quien más corre peligro es la comunicación familiar.

Tengo cinco hijos adolescentes y cada uno de ellos está conectado siempre a través de sus celulares, Ipod, Ipad y todo elemento novedoso que es lanzado para cubrir este sistema. Pero en momentos especiales como reuniones o salidas familiares, les pido a mis hijos que no lleven sus celulares con ellos, porque necesitamos hablar como familia y comunicarnos directamente a través de nuestras palabras y expresiones. Comunicarse por las redes sociales y con la tecnología es muy bueno pero no hay nada mejor que comunicarnos con la familia y las personas que amamos cara a cara y mirándonos de frente.
En Estados Unidos es común observar en la mesas de los restaurantes, familias enteras reunidas alrededor de una mesa sin siquiera mirarse. Todos o casi todos están conectados a la red pendientes de los mensajes de texto. Personalmente creo y defiendo la comunicación como extremadamente importante en el vínculo de las relaciones.
Me encanta estar conectado con amigos de tantas ciudades del mundo, podamos comentarnos y acompañarnos, pero es importante que sepan que la vida me ha llevado por tantas situaciones en las que tuve que aprender a golpes y no de puño, sino de emociones al corazón, que las prioridades son otras, que lo verdadero es lo que te sostiene, que lo real es mucho más palpable que una computadora, un Ipad o un celular.
De eso quiero contarte en estas páginas …
Ven, acompáñame a recorrer las fotos de mi vida, la descripción de cada momento y los comentarios que cada imagen construyeron en mi pasado e influyeron en mi futuro.
Sígueme, te abro el álbum de mis días. Tendrás acceso directo a ver todo sin restricciones ni privacidad en mi cuenta de vida … de ahora en adelante.